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hábitos de consumo

Durante una estancia reciente en Hamburgo tuve la oportunidad de visitar la exposición Food Revolution 5.0 en el Museo de Arte y Comercio (http://food.mkg-hamburg.de/en/exhibition/), dedicada a la reflexión sobre el mundo de la alimentación y la alimentación en el mundo, con propuestas que reclaman una reorientación de cómo producimos, distribuimos y consumimos alimentos.Uno de los ejes transversales que acompaña a muchas de las propuestas exhibidas es el énfasis en construir una mayor proximidad entre

“El cliente siempre tiene la razón”Saber situar un vino en un determinado lugar dentro de un menú, forma parte de la experiencia que ha de tener cualquier persona interesada en la gastronomía, ya sea profesional (cocinero, sumiller, prescriptor) como aficionado al mundo del vino que bucea en las raíces de la cultura vitivinícola. Hay ciertas reglas, que permiten que un plato realce un vino, y viceversa, que un vino potencie un plato. Estas serían

En su momento, cuando la leche pasó de la botella al cartón y luego a tetrabrik, hubo debate. Hoy ya nadie duda de la adecuación de un envase de bajo coste de transporte que protege al producto lácteo de la influencia del sol. No cabe duda de que un ladrillo de esos es más feo que una bonita botella; pero tampoco está sujeto a debate en los aparcamientos de los supermercados que un tetrabrik

Ya son varias las veces que he escuchado a gente del sector del vino en Canarias que “los blancos están de moda”. ¿Es cierto? ¿Lo es en Canarias? Y en caso afirmativo, ¿a qué se debe? ¿A cambios en las preferencias de los consumidores o hay otras explicaciones del supuesto éxito comercial de los vinos blancos? Candidatos para explicaciones alternativas a los gustos serían, especialmente en momentos de crisis, los precios relativos -de

Confluye y contrasta un creciente interés por la soberanía alimentaria en los países ricos con los bajos y decrecientes niveles de autoabastecimiento en Canarias. En este sentido, la mayor atención que se presta desde la sociedad y sus instituciones políticas al alimento de procedencia local chocaen Canarias con la frustrante realidad de una producción que se ha batido en retirada durante las últimas décadas.El panorama que dibujan las estadísticas sobre el particular nos revelan

Fuente: Revista Vivir el Vino, nº 124.Esta viñeta de Carlos Alcocer nos presenta una pregunta que muchos bodegueros de Tenerife se deben haber planteado en estas fechas de vendimia, al decidir cuánta uva van a comprar: “Si tienes mucho vino de una añada y no sabes cómo venderlo, ¿qué haces?” Esta pregunta se plantea todos los años, pero en esta ocasión causa mayores quebraderos de cabeza: la añada del año pasado fue generosa y

Si solo por la retórica gubernamental fuere, la crisis la habríamos dejado atrás hace tiempo. No obstante, la realidad es obstinada y seguimos en esta especie de valle de lágrimas, también en lo que a ventas de vino en el mercado español y canario se refiere.El contexto general del consumo de las familias españolas queda reflejado en los gráficos publicados por Ángel Laborda el pasado 22 de junio en El País (véase gráfico). La

Hay quienes pagan más de 100 euros por una botella de vino. Son pocos, pero los hay. En cambio, otros no compran nada por encima de 10 euros y les parece un engaño de marketing si el precio se aleja del coste de producción del vino.Que los precios se alejen de los costes no es tan infrecuente. No vamos a citar aquí marcas de coches ni bolsos para no causar disonancias cognitivas a nadie,

La puesta en red: Guía Enogastronómica Saborea LanzaroteCon frecuencia se escucha a los bodegueros afirmar que “si cada turista se bebiera o llevara una botella de nuestros vinos nos quedaríamos sin vino” y se recalca que esto no ocurre porque el sector turístico no colabora.En este sentido, parece que se aprecia una oportunidad, pero una oportunidad no aprovechada.El Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria desarrolló la loable iniciativa de estudiar a través de una encuesta