Son el fruto de su aceptación a desplazarse hasta Tenerife para participar en las distintas convocatorias culturales propuestas y de su posterior obsequio al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo de estos dibujos que testimonian su estancia en el terruño vitivinícola. Dibujos que se atesoran expuestos en el vestíbulo de la sede del Consejo Regulador para el disfrute de todos los viticultores, bodegueros y curiosos que hasta allí se desplazan en cada campaña vitivinícola. La complicidad en esta iniciativa de la Librería Lemus y del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna ha resultado fundamental para conseguir, a lo largo de los años, un notable éxito en las distintas convocatorias de Entre Viñas y Viñetas que se celebran cada temporada. Una propuesta única a nivel de las denominaciones de origen del territorio español.
Muchas de las obras que se exponen fueron realizadas a vuelapluma por los historietistas tras una rueda de prensa con los medios informativos en la lagunera Casa de Los Capitanes, o después de un suculento almuerzo regado con vino de la comarca en alguna taberna de Aguere. Otras, las menos, vinieron bajo el brazo de su autor como obsequio expreso de agradecimiento por la invitación a la comarca. Todas, sin duda alguna, representan aportaciones interesantes, en las que generalmente se fusionan personajes de los tebeos con las distintas señas de identidad de Tacoronte-Acentejo: desde su paisaje hasta el momento concreto del consumo del vino.
Personajes emblemáticos de la historia del tebeo español de finales de los años setenta y ochenta, como el underground Makoki, el galán y aventurero espacial Roco Vargas, el viajero y antihéroe Dieter Lumpen o los surgidos en la mítica revista El Jueves como Martínez el facha y el mismísimo El Dios se encuentran recogidos en esta muestra junto a otros más jóvenes, con los que también convivieron en la revista que sale los miércoles, Ortega y Pacheco, Lucía y su gabinete de sexología, La Parejita o el simpático grupo de Las Estupendas. A ellos, se suman personajes más recientes del cómic hispano como la inspectora Tabares, Bardín el Superrealista, el profesor Enrique Rodríguez, el detective Pepe Carvalho, la entrañable Nela, un Diego Velázquez, una Doña Concha y hasta un Batman británico. Concurren también una situación de consumo “Artúrica”, un desenfadado literato dublinés, un anónimo heavy ochentero, un desconocido viticultor a motor y un par de autorretratos bajo clara inspiración vínica.
En estos breves apuntes, más de un avezado lector de tebeos ya habrá atisbado que por la comarca Tacoronte-Acentejo han pasado los dibujantes de historietas Manel Fontdevila, Max, Miguel Gallardo, Eduardo González, Raquel Gu, Keko, Kim, Jaime Martín, JL Martín, José María Martín Saurí, Dave McKean, Rubén Pellejero, Miguelanxo Prado, Rayco Pulido, Iván Retamas, Paco Roca, Bartolomé Seguí, Daniel Torres, Alfonso Zapico, Pedro Vera, Javier Olivares, Juan Álvarez, Carla Berrocal, Laura Pérez y los guionistas Antonio Altarriba y Jorge García. Todos ellos han dejado su impronta en la comarca vitivinícola con sus obras; e incluso algunos de ellos aludirán a los vinos Tacoronte-Acentejo en sus propios tebeos con posterioridad, como es el caso de Jaime Martín, Eduardo González o Alfonso Zapico.
En este conjunto de obras, se hallan representadas una gran variedad de trazos, técnicas, planos y coloridos que demuestran, una vez más, el variadísimo potencial del cómic y su capacidad para reflejar un determinado sector o, como en este caso, para integrarse en el mismo.
Sirvan estas obras para representar la fusión de dos sectores que han demostrado que cuando se unen funcionan de forma excelente: el de las viñas y el de las viñetas. Ya sea en forma de etiqueta, de imagen o cartelería o incluso como marco o argumento en las propias historietas.
Ambos sectores tienen espacio y recorrido para retroalimentarse mutuamente, solo se requiere encontrar la inspiración precisa para ello.