Para decantar el vino se usan los típicos decantadores (“aireadores”) de vidrio, en la actualidad. En la antigüedad se usaban las típicas ánforas de los griegos y romanos, o decantadores de metal, debido a la dificultad de encontrar otro tipo de material. Mientras unos veían en el decantador la comodidad para servir el vino, otros ven el decantador como un recipiente donde oxigenar el vino y separarlo de sus sedimentos (taninos, sales, etc.), de