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Tacoronte Acentejo



Una vez finalizada la primera etapa de elaboración del vino, el bodeguero los selecciona por calidades y decide cual será su destino, algunos saldrán directamente al mercado y otros se someterán a un menor o mayor proceso de crianza y envejecimiento. Entrada la primavera, comienzan a salir al mercado los primeros tintos que han pasado su reposo invernal en barrica. El vino ha evolucionado y estabilizado en barrica, se ha enriquecido con los sabores y aromas aportados por las duelas de la barrica. Notas de vainilla, tostados, caramelo o café, aportadas por las de roble, de procedencia francesa o americana, las más utilizadas a nivel mundial. También se elaboran barricas, en menor medida, con robles rumano, ibérico y maderas como la del castaño, acacia, el raulí o el pino canario.

De cualquier manera, con la crianza en barrica pretendemos prolongar la juventud del vino, oxigenamos, estabilizamos el color y no debemos perder nunca el valor de la variedad. Para terminar y como ha comentado siempre el gran enólogo y amigo Jesús Navascués “La madera en el vino es como la sal en la cocina: poca, el gusto es soso; mucha, no la podemos comer”.

F. D.

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